Este gesto de afecto puede tener enormes ventajas pero también desafíos para el bienestar.
Las personas que tienen mascotas en casa suelen considerar a sus perros o gatos, entre los más comunes, como parte integral de la familia, y es por eso que han ganado presencia en varios espacios del hogar. Este fenómeno puede parecer habitual y ampliamente aceptado, pero ¿qué ocurre cuando nuestra salud está en riesgo?
En este momento, vamos a hablar sobre un tema bastante específico: permitir que nuestras mascotas duerman en nuestra cama. Sobre este asunto, hay varios beneficios que puede traer este gesto de cariño hacia los animales, pero también hay aspectos negativos que es importante considerar antes de que sea demasiado tarde.
Mascotas en la cama no
Permitir que nuestra mascota duerma en nuestra misma cama es una práctica que debe ser cuidadosamente considerada. En este sentido, el veterinario Kwane Stewart resalta la importancia de la salud tanto de la mascota como del humano, enfatizando que ambas deben ser atendidas. Por eso, repasaremos cuáles son los aspectos negativos de compartir este espacio con nuestro perro o gato.
Lesiones: Algunos canes con estructura alargada o que sufren condiciones de salud como la artritis son propensos a sufrir algún tipo de daño al saltar hacia o desde la cama. También es importante considerar la posibilidad de caídas mientras descansan o durante convulsiones. En el caso de los felinos, dependiendo de su edad, el subir o bajar de la cama puede convertirse en un desafío con el paso del tiempo, por lo que es recomendable evitar fomentar este hábito.
Parásitos: Las mascotas que están habituadas a pasear, interactuar con otros animales o pasar largos periodos en el patio de casa tienen mayor probabilidad de sufrir infestaciones de pulgas y garrapatas. Este problema puede agravarse si dormimos con ellas, ya que pueden afectar nuestra salud.
Calidad del sueño: La forma en que nuestra mascota duerme es un factor crucial. Algunas ocupan mucho espacio en la cama, otras se mueven constantemente o se despiertan fácilmente, lo que puede interferir con nuestro descanso. Con el tiempo, esto puede notarse aún más.
Asmas y alergias: El contacto prolongado y cercano puede exacerbar los síntomas en personas con alergias o asma. La saliva y la caspa de las mascotas quedan en nuestra cama y se adhieren a las sábanas, por lo que es preferible evitar que compartan este espacio.
Gérmenes: Otra desventaja de permitir que nuestra mascota comparta nuestra cama está relacionada con los gérmenes que pueden transportar en sus patas y pelaje, especialmente si pasan mucho tiempo en jardines, paseando o en contacto con otros animales.
Mascotas en la cama sí
Hay razones para evitar que nuestras mascotas duerman en nuestra cama, pero también hay datos alentadores para aquellos que aman tanto a sus perros o gatos como para compartir este espacio con ellos.
Protección: Descansar junto a una mascota puede brindar una sensación de seguridad. Los sentidos de los animales superan notablemente a los de las personas, lo que los mantiene alerta ante cualquier amenaza o situación riesgosa. Según el veterinario George Melillo, “una mascota podría ladrar o mostrarse inquieta al percibir sonidos extraños en casa o detectar olores inusuales”.
La conexión con animales está vinculada a la mejora de numerosos problemas mentales. Los expertos indican que disminuye la hormona del estrés (cortisol) y promueve la del bienestar (oxitocina). “Los animales ofrecen consuelo y estabilidad”, señala la veterinaria Ambika Vaid sobre la acción de dormir con ellos, especialmente para personas que viven solas.
Calor: descansar con una mascota puede ser una excelente manera de mantener tus pies calientes durante las noches frías de invierno.
Salud animal: otro beneficio de compartir la cama con nuestras mascotas es que es beneficioso para ellos. El veterinario Dwight Alleyne destaca que esta práctica puede brindar a nuestro perro o gato los mismos beneficios que a nosotros.
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